El cerebro de las moscas puede detectar drones amenazantes

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El diseño bioinspirado ha sido un sello distintivo del avance tecnológico, y eso sigue siendo cierto en la era de los robots voladores. La última prueba proviene de Australia, donde los investigadores han mapeado los sistemas visuales de los insectos flotantes como un medio para detectar las firmas acústicas de los drones a una distancia de hasta 2,5 millas.

Anthony Finn, profesor de Sistemas Autónomos de la Universidad del Sur de Australia, dice que los sistemas de visión de insectos se han mapeado desde hace algún tiempo para mejorar las detecciones basadas en cámaras. Pero aplicar el mismo método a los datos acústicos representa una gran innovación.

«Se ha demostrado que el procesamiento de biovisión aumenta en gran medida el rango de detección de los drones en datos visuales e infrarrojos. Sin embargo, ahora hemos demostrado que podemos captar firmas acústicas claras y nítidas de los drones, incluidos los muy pequeños y silenciosos, utilizando un algoritmo basado en el sistema visual de la mosca flotante», dice Finn.

Las aplicaciones potenciales de la investigación, por supuesto, incluyen usos militares y de defensa. Además de la Universidad de Australia Meridional y la Universidad de Flinders, la empresa de defensa Midspar Systems participó en pruebas utilizando técnicas de procesamiento de señales bioinspiradas. Tales técnicas, según los investigadores, muestran una tasa de detección hasta un 50% mejor que los métodos existentes.

La mosca voladora, que puede flotar sobre las plantas para recolectar néctar, fue elegida por sus habilidades visuales y de seguimiento superiores. Las regiones iluminadas oscuras son visualmente muy ruidosas, pero los insectos como la mosca voladora pueden procesar y capturar señales visuales con una eficacia notable. La asignación de esta misma técnica de procesamiento a la detección acústica dio como resultado un aumento sustancial en las capacidades de detección, incluso en entornos ruidosos.

«Los drones no autorizados representan amenazas distintivas para los aeropuertos, las personas y las bases militares», dice Finn. “Por lo tanto, cada vez es más crítico para nosotros poder detectar ubicaciones específicas de drones a largas distancias, utilizando técnicas que pueden captar incluso las señales más débiles. Nuestras pruebas con algoritmos basados ​​en hoverfly muestran que ahora podemos hacer esto. «

Los investigadores buscaron específicamente patrones (banda estrecha) y/o señales generales (banda ancha) para captar la acústica de los drones a distancias cortas y medias. La nueva técnica de procesamiento bioinspirada mejoró los rangos de detección entre un 30% y un 49%.

Los hallazgos han sido reportados en El Diario de la Sociedad Acústica de América.

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