Vuelve a posponerse venta de empresas tecnológicas estatales en Brasil

La privatización de las principales empresas de tecnología de la información de Brasil se pospuso una vez más, según funcionarios del gobierno.

Según un cronograma actualizado presentado la semana pasada por la secretaria de privatizaciones Martha Seillier en un evento de inversionistas la semana pasada, la venta de la Empresa de Tecnología e Información del Seguro Social (Dataprev) y el Servicio de Tramitación Federal (Serpro) debería concretarse en 2023.

Dataprev y Serpro son responsables del desarrollo, el mantenimiento y las operaciones de miles de sistemas gubernamentales, así como de las principales estrategias y proyectos gubernamentales relacionados con los datos. La enajenación de las empresas es parte de un importante plan de privatización que apunta a agregar 1,3 billones de reales (US$ 253 mil millones) a los fondos públicos para 2022.

El cambio de plan sigue a un aplazamiento anterior en julio de 2021, cuando el gobierno anunció que ambas empresas se privatizarían en la segunda mitad de 2022, cuando se llevará a cabo la campaña presidencial.

El proceso relativo a la privatización de Dataprev y Serpro, incluyendo el trabajo de modelado de privatización, estudios de mercado, diagnósticos sectoriales nacionales e internacionales y estudios regulatorios, así como alternativas a la privatización, está siendo manejado por un consorcio integrado por las filiales brasileñas de global consulting la firma Accenture y la firma de relaciones públicas Burson-Marsteller, además de la firma de abogados Machado, Meyer, Sendacz, Opice e Falcão Advogados. Los estudios comenzaron en enero de 2021.

Un informe condenatorio publicado el año pasado por el Departamento Intersindical de Estadística y Estudios Socioeconómicos (DIEESE) afirmó que la venta de ambas empresas al sector privado podría presentar serios riesgos para la privacidad de los ciudadanos brasileños y la soberanía nacional.

«Primero, [government control of the state-owned tech companies] impide que la privacidad de -potencialmente- toda la población brasileña esté expuesta a empresas privadas, incluidas las multinacionales”, señala el estudio, refiriéndose a los factores que justificarían retener el control de Dataprev y Serpro.

“En segundo lugar, y quizás aún más relevante, evita entregar al sector privado -especialmente a las grandes empresas internacionales de tecnología de la información- información estratégica que permita no solo conocer en profundidad los datos privados de cada ciudadano brasileño”, agrega la investigación. Lo que sucedería cuando los datos pertenecientes a millones de brasileños pasen a servidores privados también fue una preocupación planteada por los empleados de Dataprev cuando se conocieron los planes de privatización.

«Al renunciar a su propia tecnología para comprar soluciones de terceros, renunciar a la posibilidad de desarrollar tecnologías en este campo y convertirse en un consumidor pasivo, Brasil se está moviendo en la dirección opuesta en comparación con los países desarrollados», señaló el manifiesto del personal de Dataprev.

“Esta es una política que ampliará la brecha que nos separa de otras naciones que se enfocan en invertir en investigación y tecnología”.

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