El gobierno brasileño ha anunciado una prueba de reconocimiento facial con servidores públicos jubilados para apoyar el proceso de verificación periódica de que el beneficiario está vivo para continuar recibiendo beneficios.
El ensayo que sustenta el proceso se realizará con 10.000 funcionarios federales jubilados y pensionados y los participantes podrán seguir el proceso a través de una aplicación móvil de gestión de personas desarrollada para funcionarios del gobierno federal. Si el piloto tiene éxito, la funcionalidad se extenderá a 700.000 personas.
Actualmente, bajo el proceso también conocido como certificado de existencia o prueba de vida, los beneficiarios deben acudir físicamente a una oficina del gobierno para demostrar que todavía están vivos para continuar recibiendo su pensión o pago, todos los años, antes de su cumpleaños.
Según el Ministerio de Economía, el uso de la tecnología le ahorrará tiempo y dinero al gobierno y lo hará más conveniente para el personal jubilado y los jubilados, ya que ya no se requerirán las citas presenciales.
El sistema de seguridad social brasileño está probando la tecnología de reconocimiento facial, también para respaldar el proceso de prueba de vida. La tecnología está disponible para los ciudadanos que ya han registrado datos biométricos con el gobierno para su licencia de conducir o para votar. El proyecto es parte de las intenciones del gobierno de mejorar la prestación de servicios digitales.
El año pasado, un decreto firmado por el presidente brasileño Jair Bolsonaro describió el objetivo del gobierno de crear una única base de datos de ciudadanos que contendrá una amplia gama de información personal sobre la población del país de más de 200 millones de personas, para ser compartida por todos los departamentos.
Surgieron varias preocupaciones después de que se firmó el decreto y se redactó un proyecto de ley para revertir la decisión. «La centralización de datos personales que el gobierno quiere poner en práctica puede hacer que dicha información sea muy vulnerable y accidental o ilícitamente provoque la destrucción, pérdida, alteración, divulgación o incluso el acceso no autorizado a dichos datos personales», según André Figueiredo, un congresista autor del proyecto de ley.