El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ha dejado de lado los planes para utilizar herramientas de vigilancia para obtener información sobre la movilidad de los ciudadanos durante el brote de COVID-19.
La decisión fue hecha pública por el ministro de ciencia, tecnología, innovación y comunicaciones, Marcos Pontes, quien publicó detalles en sus redes sociales el domingo (12), citando preocupaciones sobre la privacidad de los ciudadanos.
Según el ministro, el gobierno federal había sido abordado el 27 de marzo por el sector de las telecomunicaciones con un sistema basado en la nube que utiliza información georreferenciada sobre movilidad urbana en tiempo real. Las perspectivas incluyen mapas de calor sobre los movimientos de población durante la pandemia.
La evaluación inicial de la plataforma había sido positiva y el ministerio parecía estar interesado en utilizar el sistema, dado el uso similar de las herramientas de vigilancia en otros lugares. Pontes incluso grabó un video sobre la herramienta, que debía implementarse en la primera semana de abril, hasta que Bolsonaro le dijo al ministro que cambiara de planes.
«Un día después, el sábado [March, 28]el Presidente me llamó y me pidió prudencia con respecto a esta iniciativa y que la herramienta solo se use después de un análisis adicional por parte del gobierno”, dijo Pontes.
Pontes luego dijo que eliminó el video donde presentó la plataforma hasta que se completó el análisis adicional sobre aspectos que incluyen la privacidad. El ministro no mencionó ningún plazo para la realización de dichas pruebas.
La decisión de Bolsonaro de interrumpir el sistema de vigilancia sigue a la introducción de plataformas similares en ciudades y estados de Brasil, incluidos Recife, en el noreste del país, y el estado de São Paulo, donde se encuentran la mayoría de los casos confirmados de COVID-19. – 8.895 de un total nacional de 23.400 casos al momento de redactar este informe.
El presidente brasileño se opone al distanciamiento social y ha criticado las iniciativas que apoyan la aplicación de tales medidas, incluido el plan de vigilancia anunciado por el gobernador de São Paulo, João Doria, la semana pasada.
Basado en el mismo diseño que se había presentado al gobierno federal, la iniciativa de Sao Paulo combina datos del operador e información del servicio de salud, para permitir la entrega de mensajes de texto a la población en áreas altamente afectadas e identificar aglomeraciones.
Al anunciar el lanzamiento del sistema de vigilancia, Doria enfatizó que se garantizaría la privacidad de los ciudadanos ya que el monitoreo se lleva a cabo en base a datos colectivos y anónimos de grupos de 30 mil personas.
En cuanto a los planes para el uso nacional de la herramienta de seguimiento, el ministro Pontes dijo que el sistema solo se usaría «si los análisis garantizan la eficiencia y la privacidad de los ciudadanos brasileños».
“Los estados tienen autonomía y pueden acordar alianzas directamente con los operadores. El gobierno federal no tiene control ni participación en estos acuerdos”.