Brasil está listo para implementar la versión digital de su moneda a finales de este año, según el presidente del Banco Central del país, Roberto Campos Neto.
En un evento de la industria el lunes (11), Campos Neto dijo que el proyecto Real Digital, que verá la introducción de la versión digital de la moneda de Brasil, el real, hacia fines de 2022. Sin embargo, existe la posibilidad de que el proyecto sufrirá un «leve retraso» debido a una huelga de trabajadores en curso en la institución, a pesar de que ya se está trabajando en la implementación.
En un cronograma presentado por el ejecutivo en el evento, lo más reciente en torno a la creación de la Moneda Digital del Banco Central (CBDC) es el inicio de la ejecución de los proyectos que han sido seleccionados para formar parte de la iniciativa el próximo 28 de marzo. Está previsto que esta fase concluya el 29 de julio. Los pilotos comenzarán entonces en el cuarto trimestre de este año.
Cuando se lanzaron las pautas para el CBDC en mayo de 2021, el Banco Central dijo que el real digital funcionaría como una extensión de la moneda tradicional. La distribución del real digital será intermediada por custodios del Sistema Financiero Nacional y del Sistema de Pagos Brasileño, sin remuneración para estas instituciones.
El lanzamiento del proyecto es parte de un plan de modernización más amplio para la industria de pagos brasileña, que también involucró el lanzamiento de pagos instantáneos y Open Finance. Estuvo precedido por una serie de análisis sobre el impacto positivo, así como los riesgos que implica tener un real digital, como la protección de datos y la ciberseguridad, así como temas regulatorios.
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En el momento en que se lanzaron los lineamientos, el banco central señaló que el real digital debería permitir el «pleno cumplimiento de las recomendaciones y normas legales internacionales sobre la prevención del lavado de dinero, el financiamiento del terrorismo y el financiamiento de la proliferación de armas de destrucción masiva». así como “cumplimiento de órdenes judiciales de seguimiento de operaciones ilícitas”.
Además, se espera que el real digital permita la interoperabilidad y la integración con miras a permitir los pagos transfronterizos. La institución señaló estándares de resiliencia y ciberseguridad equivalentes a los arreglos aplicables a la infraestructura crítica del mercado financiero en términos de ciberseguridad.