El crédito al consumo es dinero que los consumidores han pedido prestado a bancos, instituciones financieras u otras empresas para realizar compras. Estas organizaciones permiten a los consumidores pagar su saldo pendiente a lo largo del tiempo a cambio del pago de intereses.
El acceso a varios tipos de crédito permite a los consumidores ampliar su poder adquisitivo y aprovechar las protecciones de crédito al consumo. Comprender cómo funciona el crédito al consumidor puede ayudarlo a administrar su propio crédito de manera inteligente.
Definición y ejemplos de crédito al consumo
El crédito al consumo es dinero que los consumidores pueden pedir prestado para pagar bienes o servicios. El acceso al crédito permite a los consumidores hacer compras hoy y luego pagarlas durante un período de tiempo. Los bancos, las instituciones financieras y las empresas ponen crédito a disposición de los consumidores.
Ejemplos de crédito al consumo incluyen:
- Tarjetas de crédito
- Préstamos estudiantiles
- hipotecas
- Préstamos para automóviles
Las leyes federales y estatales rigen el crédito al consumo para proteger a los consumidores de las prácticas crediticias injustas y evitar que las empresas los discriminen en función de factores no financieros.
Medir la cantidad de crédito al consumo pendiente y las fluctuaciones periódicas ayuda a los economistas a evaluar la salud de la economía. Los datos preliminares a marzo de 2021 mostraron que los consumidores estadounidenses tenían $ 4,2 billones en créditos al consumo pendientes.
Cómo funciona el crédito al consumo
Los bancos, los emisores de tarjetas de crédito y algunas empresas otorgan crédito a los consumidores a través de productos como tarjetas de crédito y préstamos. Estos productos de crédito brindan a los consumidores la flexibilidad de pagar las compras a lo largo del tiempo, generalmente con pagos mensuales significativamente menores que el precio de compra. A cambio, los consumidores pagan intereses al prestamista.
El sistema de informes crediticios permite a los acreedores y prestamistas determinar qué consumidores son los prestatarios más ideales. Los bancos y los emisores de tarjetas de crédito realizan un seguimiento de la actividad de préstamos y reembolsos de los consumidores. Comparten regularmente esta información con las agencias de informes crediticios, que recopilan toda la información crediticia de los consumidores en un informe crediticio. Las agencias de informes crediticios luego ponen a disposición de los futuros acreedores los datos crediticios del consumidor para que puedan determinar la solvencia crediticia de un prestatario potencial.
Tener un historial de pago de deudas a tiempo le permite construir un buen historial crediticio y, a su vez, le permitirá pedir prestado más dinero en mejores condiciones.
Por otro lado, manejar mal el crédito hace que sea más difícil pedir dinero prestado, ya que los prestamistas pueden no estar dispuestos a otorgarle crédito. Aquellos que están dispuestos a prestar a consumidores con un historial crediticio deficiente tienden a cobrar tasas de interés y tarifas más altas.
Tiene derecho a ver su información de crédito y disputar cualquier error con las agencias de crédito o las empresas que proporcionaron los datos.
Tipos de crédito al consumo
Crédito a plazos versus crédito rotativo
El crédito a plazos es una cantidad fija de crédito disponible para que usted la use una vez, generalmente para una compra específica, como una casa o un vehículo. Los períodos de pago y los pagos mensuales suelen ser fijos durante la vigencia del préstamo, pero sus pagos mensuales pueden variar si su préstamo tiene una tasa variable.
El crédito rotativo proporciona una cantidad fija de crédito que puede pedir prestado repetidamente siempre y cuando cumpla con los términos. Tendrá la flexibilidad de usar su crédito libremente mientras realiza pagos mínimos para su saldo pendiente.
Tanto el crédito a plazos como el rotativo pueden cobrar intereses sobre los saldos que pague con el tiempo. Cada uno también puede venir con cargos adicionales.
Seguro vs No Seguro
El crédito garantizado requiere que proporcione un activo o activos como garantía para obtener el préstamo. Si no cumple con el contrato de crédito, el prestamista puede tomar su garantía y venderla para pagar su saldo. Las hipotecas, los préstamos para automóviles y las tarjetas de crédito garantizadas son ejemplos de crédito garantizado.
En comparación, el crédito no garantizado es no vinculado a activos que el prestamista puede embargar en caso de incumplimiento. El crédito no garantizado, como las tarjetas de crédito y los préstamos estudiantiles, tiende a tener tasas de interés más altas porque los prestamistas los consideran de mayor riesgo ya que no hay garantía.
Cómo obtener crédito al consumo
Para obtener un crédito de consumo, lo solicitará con un prestamista o emisor de tarjeta de crédito. La aplicación te pedirá información personal para verificar quién eres y determinar si puedes pagar lo que pediste prestado. En la mayoría de los casos, el prestamista también verificará su historial crediticio para ver si cumple con los requisitos crediticios y para determinar la tasa de interés y los términos de pago que le ofrecen.
Ciertos tipos de crédito al consumo son más fáciles de obtener que otros. Las tarjetas de crédito, por ejemplo, son relativamente fáciles de solicitar y otorgan una aprobación rápida, a veces en segundos.
Las hipotecas, en comparación, requieren una documentación extensa, un proceso de suscripción y pueden tardar más de un mes en procesarse. En general, cuanto más dinero pida prestado, más difícil será calificar para el préstamo.
Conclusiones clave
- El crédito al consumo es dinero que los consumidores piden prestado y lo pagan con el tiempo.
- Los bancos, las instituciones financieras y las empresas otorgan crédito en función del historial de préstamos y la capacidad de pago del consumidor.
- El crédito al consumo puede ser garantizado o no garantizado.
- Los consumidores pueden acceder a los productos de crédito mediante la solicitud con un prestamista o acreedor.